domingo, 26 de marzo de 2017

¡Cómo pasa el tiempo!


Un día que de repente se convierte en una semana... una semana que se convierte en meses... y cuando te vienes a dar cuenta... ya han pasado casi tres años desde mi última entrada en éste blog.





Podría daros muchos motivos para mi ausencia... apatía... falta de inspiración... enfermedades... y tantas cosas que... sin ser mentira... tampoco son realmente las razones.





Por impulso... volví a pasar por aquí y por mi primer rincón hace unos días... y me estuve releyendo un rato.





Sonreí... me emocioné... reí... me entristecí... recordé... y los dedos empezaron a picarme... "forzándome" a ponerme en movimiento...





Escribí en el blog que tengo junto a mi Amo... (aunque somos un desastre y publicamos de tarde en tarde)... y decía allí que... no sabía cómo había dejado de escribir.





Al día siguiente de decirle eso... la auténtica razón me golpeó por sorpresa... y es que... sin querer queriendo... y aunque tampoco allí he escrito con la profusión que lo hacía aquí... mi sitio está allí... en ese blog convertido en redil de ésta perra que os escribe hoy.





Mientras caminamos por ésto que llamamos vida... vamos cerrando ciclos... y éste es otro ciclo más que hoy doy por finalizado... y os lo cuento por si acaso... aún hay alguien por ahí... que de vez en cuando se acerca a mi rincón... y por aquellos que me consta que llegan por primera vez... y se quedan un rato rondando por aquí.





Hoy... empiezo la mudanza al redil... porque quiero llevarme de aquí algunas entradas... que escribí cuando soñaba con mi Amo... alguna de cuando empezábamos pero aún no éramos... y alguna de cuando ya éramos... porque su sitio también está allí.





El rincón de arcilla cierra... pero si llegáis hasta aquí... y queréis seguirme... os espero junto a mi Amo... en imperdibles.





En cualquier caso... gracias a todos... por los años de fidelidad... por haber estado ahí... por vuestros comentarios... por vuestras risas...










lunes, 14 de julio de 2014

Un consenso... diferente





A veces... consensuar es complicado... y aunque se llegue a un acuerdo final... se podría decir que se trata de un consenso... diferente.





Y no es que no seamos capaces de dialogar... que lo somos.





O que no podamos llegar a un punto común de entendimiento... que podemos.





La causa es... mucho más... simple... ¡ataque reiterado de risa!!!!!.





Y ejjjjjj que... cuando no pue' ser... no pue' ser.





Allá que estábamos los dos... desnudos... encima de la cama... hace unas cuantas noches... cuando al llevar mi Amo Su mano a mi coño... sonriendo juguetona... se me ocurrió retirársela y... cerrar las piernas.





- ¿Qué haces????, ¿qué quieres que te viole????





- Nu sé... Amo... lo que Tu quieras.- dije ampliando la sonrisa.





Ante mi estupor... repentinamente... de un salto... estaba en pie... a los pies de la cama.





- Vale, yo entro y te violo.- me dice saliendo de la habitación.





Aún no me había recuperado de la sorpresa... cuando vuelve a entrar y me dice...





- ¡Espera!, hay que hacerlo bien, tenemos que hacer eso que dicen que hay que hacer ante situaciones nuevas... esto... ¿cómo se llama... ?





- ¿Consensuar?...





- ¡Eso!, ¡tenemos que consensuar la violación!. Yo salgo de la habitación, tú te haces la dormida, entro y... ¡te violo!!!.





- jajajajajajajajaja... ok... me hago la dormida... entras y... ¡me violas!!!.





Mi Amo sale de la habitación... y en dos segundos... vuelve a entrar...





- Espera, que digo que... mejor salimos los dos de la habitación, yo me quedo detrás de ti y cuando entras te agarro y... ¡te violo!.





- Jajajajajajajajajajaa... vale... 





Salimos... entro yo primero... me agarra por detrás... me sujeta por el pelo... caemos en la cama entre risas y...





- Espera,espera,es que esto no es serio, no queda bien que te viole estando ya desnudo, tendré que vestirme ¿no?.





- Lo que tú digas, Amo... ¿me visto yo también?... jajajajajajajajajajajaja





- No, no, tú estás en tu casa y durmiendo y como es verano se entiende que duermas desnuda.





Se pone una camiseta... sale de la habitación... hago como que estoy dormida... y antes de que pasen dos segundos...





- ¡Esperaaaaa!!!!





- jajajajajajajajaajjajaja... ¿qué pasa ahora, Amo???





- Es que... ¡mira!!!.- me dice señalándose su miembro viril (medio dormido... medio despierto) con ambas manos- ¿cómo te voy a violar así???. Como mínimo tendrás que chuparmela para que se ponga en condiciones, ¿no?





- jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa... tranquilo, Amo... si te la tengo que chupar... te la chupo.





- Nonononononono, pero no me la puedes chupar como siempre, tendrás que hacerlo como si te diera asco o algo así.





- Jajajajajajajajajajajajaaja... Amo... no me va a salir... ejjjj que... ¡no me da asco!!!!.... jajajajajajajajajajaja... y tampoco va a resultar que me folles la boca... porque me gusta... jajajajajajajajajajajajajajajajaja





- No sé, no sé, me parece que esto está siendo más complicado de lo que me esperaba, porque además el forcejeo...





- Y el calor que hace... ummmmm... esto... Amo... ¿y si lo dejamos para septiembre?... jajajajajajajajaja... o para octubre... o para cuando haga menos calor... jajajajajajajajajajaa.





Tras lo cual... se quitó la camiseta y se tumbó en la cama.





- Que digo yo, que ya que te habías hecho a la idea de chupar, ¡que chupes hasta que Yo te diga!!!!





- Ummmmm... de mil amores, Amo... como Tú desees.- repliqué relamiéndome y situándome entre Sus piernas.





Obviamente... después de semejante escena... ¡ni me planteé violarlo!!!!.





Eso sí... tendré que pensar en alguna historia que... sea más creíble... ¡y me pueda violar!!!!... (jijijijijijijijijijijij).







miércoles, 2 de julio de 2014

Nadie lo dijo


Es cierto que... nadie dijo que... ser sumisa... fuera fácil.





Bueno... y realmente... cuando se tiene un buen Amo... difícil difícil... tampoco lo es... porque todo lo que se hace... se hace con gusto... y para el agrado del Dueño... consiguiendo con ello... la propia satisfacción.





Ahora bien... hay que reconocer que... a veces... alguna cosas... cuestan más... y en esos casos... no sabes si... pedir ayuda... gritar socorro... o salir corriendo... (en la mayoría de los casos... en dirección hacia tu Amo... no nos engañemos :P).





Porque... vamos a ver... cuando llevas un periodo de abstinencia... digamos que... ejem... esto... más o menos largo... por temas que tienen que ver con la salud... la familia... las obligaciones laborales... etc...





Cuando se aproxima un encuentro... que a ná' que te descuides... intuyes que puede ser intenso...





Cuando babeas más que un caracol... en la hierba fresca y... mojada...





Cuando con la tontería de los mensajitos... estas perra... (pero perra... perra... perra... o masssssss)...





Cuando todo eso sucede... y tu Amo te dice... "te voy a violar y te tienes que resistir"... lo primero que se te ocurre... (aparte de reirte tontamente)... es decir... ¿comorrrrr????... ¿mandeeee????... ¿pero... qué es lo que me está diciendo??????.





A ver... a ver... si yo soy muy obediente... si no replico... si lo que Le gusta me gusta... si yo me dejooooooooo... ¿cómo lexes lo hago?????.





Que sí... que sí... que ya sé que nadie dijo que ser sumisa fuera fácil... ¿pero por qué... a veces... Lo tienen que poner tan... pero tannnnn... tannnnnnn difícil??????.





Por cierto... ¿se puede violar... al Amo???... (jijijijijijijijijijijijijiji).









viernes, 27 de junio de 2014

Bailar pegados




Una noche calurosa de agosto... ella encendió un cigarrillo y se lo pasó a su Amo... después... pidió permiso para encenderse uno y salió a la terraza... Su Amo la siguió.




En silencio... contemplaron  las luces de los edificios... el cielo estrellado... el brillo de la luna...





Terminaron los cigarrillos y los apagaron.





Corría una ligera brisa y ella con tan solo un fino vestido de tirantes, se estremeció.




Su Amo se puso detrás de ella... la cubrió con sus brazos... la oprimió contra la barandilla dejando que notara su erección en el culo.





Le gustaba tenerla así: atrapada, prisionera, a su merced.





Ella ronroneó poniendo las manos en la barandilla.





Le gustaba estar así: atrapada, prisionera, a Su merced.





Las manos de Él recorrían su cuerpo por encima de la ropa... acariciando... apretando... retorciendo.





Su boca lamía... besaba... mordía su cara... la oreja... el cuello... los hombros.




De algún piso cercano salían las notas de una música lenta.. sensual... erótica.





    -         ¿Te gusta bailar? .- le susurró al oído





    -         Sí, Amo





Él la giró y volvió a estrecharla entre sus brazos... metiendo la pierna derecha en medio de las de ella... frotando su sexo.





Ella era más baja que Él... y además llevaba sandalias planas... por lo que se puso de puntillas como si llevara tacones... contoneando las caderas al ritmo de la música... colocando los brazos alrededor de Su cuello... frotando su pecho contra el Suyo... notando como se le endurecían los pezones... su coño empezaba a mojarse...





Durante unos minutos permanecieron así... mudos... abrazados... besándose... tocándose... girando despacio.




Él deslizó un tirante del vestido descubriendo uno de sus pechos... lo masajeó... lo apretó...  pellizcó el duro pezón estirándolo hasta que le provocó un gemido... mezcla de placer... y dolor.





La separó un poco y bajó la boca para apresarlo... mordiéndolo despacio... jugueteando con la lengua... con una lentitud desesperante.





Después... hizo lo mismo con el otro... y cuando el vestido cayó a sus pies... exploró su sexo... introduciendo primero un dedo... luego dos... mientras que con el pulgar frotaba su clítoris hinchado.





Ella se retorcía entre sus brazos buscando un orgasmo que no  llegaba... y consciente de que no llegaría hasta que Él no lo deseara.  





Agarró su polla por encima del pantalón al principio... y metiendo la mano por dentro del pantalón después... apretando... acariciando... subiendo y bajando la mano hasta llegar a los huevos... deseando que la cogiera del pelo y... la pusiera de rodillas para devorarla.




Él no tardó en hacerlo.





Aunque le gustaba empezar despacio... esta vez... el ansia era superior a ella... sobre todo cuando Él se la retiraba... o se la paseaba por la boca antes de volvérsela a meter hasta la garganta.





Un gemido se escuchó... Él no era... ella tampoco...





    -         Amo, creo que alguien nos mira.





    -         ¿Y…????





    -         Nada, Amo





Bajó la mirada por unos segundos... avergonzada por haber interrumpido el momento... por sentirse desnuda... a la vista de un extraño.




Él oteó el horizonte hasta que descubrió al voyeur en el edificio de enfrente... sonrió perversamente... la oscuridad de la noche ocultaba los rostros pero no las siluetas... si quería mirar le ofrecerían un buen espectáculo.





Incorporó a Su perra.





Primero... ató sus pechos a la barandilla sin dejar de manosearlos.





Luego... sujetó las muñequeras.





El cuerpo quedó curvado hacia adelante... culo y coño expuestos... ofrecidos.





Entre las tobilleras colocó una barra... lo que haría que no pudiera cerrar las piernas.





Acarició su cuerpo hasta que gimió de nuevo.





Encendió tres velas... una roja... una negra... y una azul.





Azotó su culo con la mano... haciendo que poco a poco... se pusiera colorado.




Pero no era suficiente.





La quería más caliente... más perra... más puta... suplicando.





Sin dificultad... metió dos dedos en su coño al tiempo que... sobre la espalda y el culo iba derramando gotas de cera.





Ella gemía y se quejaba a la vez.





    -         Ohhhhhh…. Siiii… masssss… auggggghhhh… ahhhhh… por favorrrrr





Desnuda... inmovilizada... expuesta a la vista de un desconocido... sintiendo el calor de la cera sobre su piel... pero sobre todo... sintiendo la excitación de Su Dueño... era como estar en el paraíso... y en el infierno.





Pedía... rogaba... suplicaba... se quejaba... sin saber muy bien qué quería en ese momento.





El Amo apagó las velas... Le gustaba como había quedado decorado su cuerpo... colorido.  




Encendió la luz de la terraza. La fotografió desde todos los ángulos.





Miró de nuevo hacia el voyeur... casi casi que podía adivinar su polla dura... mientras se masturbaba...





Apagó de nuevo la luz... acarició su cuerpo... la besó… y continuó…





A golpe de fusta fue retirando la cera... soltó sus pechos... le permitió incorporarse... y apoyarse en Él.





Las muñequeras... aún la mantenían atada a la barandilla.





Durante unos minutos... la mantuvo así... acariciando con suavidad su cuerpo antes de… volver a excitarla de nuevo.





La llevaba hasta el orgasmo y... se detenía.





Ella temblaba... las piernas le flojeaban... si no estuviera atada y sujeta por Él... caería al suelo.





La volvió a doblar sobre la barandilla.





Sacó su polla dura y la colocó en la entrada de su sexo... ella suplicó que la follara... Él metió solo la punta... y volvió a sacarla.





Ella se retorcía buscando un mayor contacto... que se la metiera entera... pero Él detenía sus movimientos con fuertes palmadas en  su culo.





Le gustaba tenerla así... a punto de llorar de impotencia por un placer que no terminaba de llegar.





Sus gemidos... sus súplicas... sus ruegos… eran como música celestial para sus oídos.





Y además... Le excitaban... se la ponía aún más dura.





Pensándolo bien... quizás no dejara que se corriera hasta la noche... para tenerla ansiosa... receptiva a cualquier roce... cualquier palabra... provocadora... descarada y… sumisa.





Despacio... con la punta de la polla... fue llevando sus jugos del coño hasta el culo... forzando la entrada... que poco a poco se abría para Él.




La desesperación  de ella era tal que... buscaba la penetración... aunque fuera anal.





Se separó... le soltó las manos y los tobillos... permitió que se incorporara.





Ella buscó su polla con las manos... intentando metérsela en el coño.





    -         Por favor... fóllame... por favorrrrrr .- decía una y otra vez





Él seguía sonriendo... excitándola... dándole y negándole a la vez... hasta que con un tirón de pelo la arrodilló delante de su polla.





Ella empezó a lamer con ansia... con desesperación... intentando darle todo el placer que sentía en su coño insatisfecho... y palpitante.





Le gustaba hacerlo despacio... pero estaba tan desesperada que lamía con furia... follándose ella misma la boca... introduciéndola hasta la garganta sin hacer caso de las arcadas que... a veces... se provocaba.





Lamía... chupaba... follaba... y gemía.




A veces... Él la cogía del pelo y le mantenía la cabeza tan lejos que no pudiera chuparla... pero tan cerca como para que intentara hacerlo... y cuando se retorcía... se la metía hasta la campanilla dejándola quieta... sin apenas poder respirar... antes de follar de nuevo su boca.





Antes de que se dieran cuenta... se mezclaron los gemidos de tres personas... ella... Él... y el voyeur.





Ella aumentó el ritmo.





Él gritó llenando su boca de leche.





En algún punto del edificio de enfrente... alguien anónimo... también se corrió.





Faltaba ella.





Él se sentó delante de ella que permanecía en el suelo de rodillas.





    -         Tienes tres minutos para correrte para mí.





No necesitó  que se lo repitiera dos veces.





Tampoco necesitó los tres minutos.





Apenas empezó a tocarse... suplicó... pidió permiso... le fue concedido... y se corrió a Sus pies.




Entre la fantasía y la realidad... el Verdugo... usa y abusa... de la rea... que pide... masssssss.








domingo, 22 de junio de 2014

Veintiocho


El Verdugo entra en la celda... y contempla a la rea... pensando en el tiempo que hace que no la reclama.





La rea está vestida únicamente con los adornos que tanto le gustan... las tobilleras y las muñequeras.





Ella lo intuye... y abre los ojos... al tiempo que esboza una amplia sonrisa.





Con un gesto... Él le ordena que suba los brazos por encima de la cabeza... y abra las piernas.





Lo hace despacio... provocadora... descarada... sintiendo como... ante Su ardiente mirada... los pezones se le endurecen... y su coño se humedece... al tiempo que el pulso se le acelera... y la respiración se le entrecorta.





Sentir como la rea se excita... sin haberla tocado... aún... lo llena de orgullo... y le hace sentir poderoso... tanto como empieza a ponerse Su miembro.





Es temprano... y el desayuno ya está en la mesa.





Sorprendida... ella contempla la silla puesta del revés... de tal forma que... en vez de sentarse... se ve obligada a arrodillarse... apoyando los pechos en el respaldo... y ofreciendo su culo y su coño-





Mientras desayuna... el Verdugo explora su coño mojado... acariciando su clítoris... muy muy... despacio.





La rea mueve las caderas... buscando un contacto mayor... más profundo... más intenso... dejando escapar un gemido... apenas contenido.





Un azote la detiene...





- no puedes moverte, no puedes gemir y no puedes dejar de desayunar.





Ella traga saliva... consciente de que no va a ser capaz de cumplir la orden... entre otras cosas porque Él sabe como tocarla... y como llevarla hasta el extremo de... desobedecer.





A pesar de todo... lo intenta... apretando los puños... mordiéndose los labios... sin dejar de masticar.





Casi casi... lo consigue... apenas le queda desayuno... pero entonces... el Verdugo le hace sentir su verga dura en la entrada de su sexo... acariciando... metiendo apenas la punta... y retirándola.





No puede evitarlo... se deja llevar por el deseo... para de desayunar... gime... mueve las caderas... buscando más... rogando más... suplicando más.





Sorprendentemente... el Verdugo le pregunta la hora... son las ocho y veinte... hace una suma rápida... 8+20=28.





Para... ordena... 





- "Trae el cesto de las pinzas y la fusta, te has ganado tres purgas".





- "¿Tres?".- pregunta extrañada





- "Por moverte, por gemir y por dejar de desayunar".- responde Él con una amplia sonrisa.





La primera purga consiste en veintiocho pinzas... cuatro en cada labio... nueve en cada pecho... y una en cada pezón... y volver a la posición inicial en la silla.





La segunda purga... son veintiocho azotes con la mano... catorce en cada nalga... contados en voz alta... y tan intensos... que algunas pinzas se sueltan... y caen.





Se encoge ligeramente por el dolor... recupera la posición enseguida... pero no llora... a pesar de que las lágrimas pugnan por salir.





La tercera pugna... veintiocho azotes con la fusta... de pie... con la espalda en la pared... los brazos en la nuca... y las piernas abiertas.





Aún quedan unas cuantas pinzas puestas... incluyendo las de los pezones... que son las que más la martirizan.





Los azotes se alternan... muslos... sexo... pechos... haciendo caer de vez en cuando alguna pinza.





Cuando salta la del pezón derecho... ya no puede contener las lágrimas... y en un gesto impulsivo e incontrolado... se las limpia con el brazo.





- "Cuarta purga: trae el cinturón".- dice el Verdugo con seriedad.





- "¿Por qué?".- pregunta sin poder evitarlo





- "Tus lágrimas también me pertenecen y yo decido si te las limpio y como lo hago. Ahora, trae el cinturón sin demora, recibirás veintiocho azotes más".





El primer azote con él... hace saltar la pinza que queda... la del pezón izquierdo.





El dolor que siente... es tan agudo que cae de rodillas a Sus pies...con la cabeza agachada.. y llorando ya de forma incontrolada... pero ni se le ocurre secarse las lágrimas.





Con una mano... la agarra del pelo... e introduce Su polla en la boca... ordenándole chupar... al tiempo que el cinturón cae... una y otra vez... en su espalda... sus muslos... su culo... hasta completar los veintiocho azotes... 





Con un movimiento brusco... el Verdugo se separa... y la contempla... desmadejada a sus pies... llorosa y jadeante a la vez.





Se siente orgulloso y satisfecho... y también excitado... 





En unos minutos... cuando ella se recupere... buscará Su placer... y si se le antoja... tal vez... solo tal vez... la rea también lo obtenga.